domingo, 13 de febrero de 2011

La Productividad es la Clave

Cuando Angela Merkel dijo hoy hace justo una semana que era preciso relacionar los salarios con la productividad, como se hace en Alemania, no estaba diciendo nada que multitud de economistas y asociaciones empresariales no lleven mencionando mucho tiempo. Pero, más allá de la convenciencia teórica de la medida, surge una cuestión de naturaleza práctica: ¿cómo se mide la productividad?

En Alemania, la norma es tomar en consideración los datos de productividad del sector de la economía en que se inserta cada empresa. El resultado son evoluciones salariales dispares puesto que unos sectores crecen más que otros. La práctica industrial permite además hacer excepciones particulares en los casos de empresas que hayan tenido problemas de expansión en su cifra de negocio y de expectativas en el ejercicio.
Tradición alemana

Hay que explicar que la recompensa a la eficiencia es una vieja fórmula de los años 20, revisitada por el neokeynesianismo de los 80. Consiste en una prima que voluntariamente decide pagar el contratante por encima del acuerdo laboral, a fin de incrementar la productividad. Se trata de una fórmula ligada a la situación real del mercado laboral, que puede crear desajustes en la movilidad de trabajadores.
El sector del metal ha pactado un aumento de sueldos del 3,6%
Por ejemplo, el sector del metal en Alemania ha pactado un acuerdo de aumento de sueldos por un 3,6%, marcando la «pauta de avance» como señala el experto salarial Mehrad Payandeh, de la federación sindical DGB que agrupa al 80% de las fuerzas sindicales alemanas.

La inflación ronda el 1,2% por lo que se notará que la subida salarial no ha sido correlativa al IPC sino, exactamente, al 3,6% de aumento logrado por el Producto Interior Bruto el pasado año, esto es, al crecimiento de la economía alemana.

El índice de precios (IPC) ha dejado de ser la pauta y en estos días Volkswagen ha cerrado, sorprendentemente en apenas dos discusiones, el acuerdo salarial para el nuevo año (+3,2%), a seguido del ferrocarril Deutsche Bahn y la energética RWE, abriendo así la veda del aumento en toda la banda salarial en Alemania.

La notica entusiasma a la mayoría, después de 10 años de sueldos estancados, pero preocupa a una minoría por el fantasma inflacionista. Ahora la fundación Hans Böckler estima que 7,5 millones de trabajadores esperan revisiones salariales en Alemania.
«Con una inflación esperada del 1,5% está claro que necesitamos subidas»
La Federación de Funcionarios y el sindicato Ver.di piden para los empleados públicos un 3% y 50€ más, lo que viene a ser un 5%. Las industrias del textil, la alimentación, la construcción o los seguros esperan planear subidas de entre el 5 y el 6% y, aún, la química pretende negociar incluso entre un 6 y un 7%.

El presidente de la patronal Dieter Hundt descalifica estos proyectos como ensoñaciones y el Instituto de la Economía Alemana (IW) frena el carro de expectativas, reduciéndolas a un 3,2-3,6%, lo que supondría un 2% en toda la banda; y el instituto macroeconómico IMK puede considerar hasta un máximo de un 3,5%.

Que VW haya añadido un complemento, para el caso de un éxito en contratación, "no puede ser una señal para nadie".La presión sobre los precios parece inevitable y es el fantasma de la economía alemana más temido tradicionalmente, por resaca de los años 20.

Pero los trabajadores se sienten fuertes y la fundación laboral Böckler cree que "con una inflación esperada del 1,5% está claro que necesitamos estas subidas". Pero el raciocinio alemán vuelve a mostrarse en una encuesta del Welt am Sonntag, donde sólo un 6% dice esperar un aumento notablemente por encima del índice de precios.

Los aumentos tienden ahora a interpretarse en función, no ya del poder adquisitivo, que el año pasado con un 1,2% de inflación se convirtió en un aumento real de un 1,4%, sino de la productividad en el sector y, en todo caso como VW, con bonificaciones según contratas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario